jueves, 11 de abril de 2013

Tiempo de renovar la opción por la VIDA, de reelegir la Revolución

El proceso colonialista dejó como herencia en los pueblos latinoamericanos un arraigo de tradiciones religiosas mezcladas de la espiritualidad que da sentido comunitario y solidario a la existencia humana, tanto como un afán individualista de encontrarse con la deidad. Entre esas complejidades se mueven las acciones mágico-religiosas que caracterizan a nuestros pueblos. En esa mezcla de religiosidad predominantemente católica, la última semana de este marzo doloroso y esperanzador que acaba de terminar fue semana santa. La tradición la reconoce como santa tal vez por la cantidad de ritos y ceremonias que se practican; tal vez sagrada por la dogmatización eucarística que hizo el clero de una inolvidable comida que tuvo Jesús de Nazaret con sus mejores amigas y amigos, aunque el sacerdocio y los pintores se empeñen en invisibilizar a las amigas presentes ese día; tal vez es santa la semana porque convoca al encuentro y memoria de aquellas y aquellos amados que trascienden la existencia, y necesitamos hacerlos venir de alguna manera: en la oración, en la luz que se enciende, en el agua que se bendice, en la evocación del deseo de volver a vivir que el ser humano acoge en su intimidad y nombra resurrección. Para las y los chavistas este marzo, con su final de semana santa, ha sido consagrado por el mucho amor que el presidente Chávez le tuvo a su pueblo durante toda su vida; y que ese mismo pueblo respondió resucitándolo, antes que llorar un sinsentido la muerte. En verdad no murió, Chávez se multiplicó en la conciencia de más de 8 millones de venezolanas y venezolanos que, entre otras cosas, han podido acceder al sistema educativo sin tener que pagar por ensanchar su conocimiento, su mirada del mundo, su comprensión de la realidad. Entre los signos de vivir viviendo que tenemos en la República Bolivariana de Venezuela, está el sentido de pertenencia más arraigado, la conciencia social más comprometida y la política más asumida como quehacer comunitario. Signos poco valorados en las estadísticas mundiales. En lo cotidiano, lo sagrado va más allá de las religiones y termina siendo parte de nuestros actos, objetos, ideas importantes. Por eso, la presencia del presidente Chávez no se diluye a un mes de transformación existencial. Pues el tiempo con él se volvió bienaventurado. En 14 años de gobierno se conquistó que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia Y Cultura (UNESCO) nos declarara un país libre de analfabetismo. Se logró la distribución de 42 millones de libros gratuitamente a nuestras niñas y niños para que hagan una primaria con seguridad de vencedoras y vencedores, al tiempo que son alimentadas y alimentados en la misma escuela; no están como en otros tiempos, en la calle desamparados y hurgando en la basura. Para el año 1998, la cartera de Educación apenas contaba con 65 mil 818 docentes, mientras que para el año 2008 se contabilizaban unos 343 mil 538 docentes adscritos al Ministerio. Al inicio del gobierno bolivariano, la deserción escolar estaba en el orden del 10% y en la actualidad, este índice se encuentra en el 3%, como en los mal llamados países desarrollados. Según datos del Ministerio del Poder Popular para la Educación, la matrícula de educación universitaria se ha elevado en un 170%. La Misión Sucre nacida en 2003 para romper con el sistema tradicional de formación académica, lleva la universidad al municipio para que todos y todas puedan ser incluidos. Por otro lado, 12.465 hombres y mujeres conquistan la valoración del saber comunitario, ancestral y experiencial dado por la vida misma en la Misión Cultura, y se convierten en educadores y educadoras desde su propia comunidad. Ellas y ellos, republicanos haciendo república como diría Simón Rodríguez, o revolucionarias y revolucionarios haciendo patria, como decía nuestro comandante Chávez. La UNESCO manifiesta que Venezuela es el segundo país de América Latina con la matrícula de educación superior más alta, con 83%, superado solamente por Cuba con un 88% de matriculación. Asimismo, ocupó el quinto lugar entre los países con mayor matriculación universitaria en América, Europa y Asia. El 27 de abril del 2009 se inició el Plan Nacional Revolucionario de Lectura, con el fin de fortalecer la identidad bajo principios socialistas para la liberación, para la transformación, para la conciencia, involucrando en dicho plan a 1.090 promotores, los cuales se formaron para luego dar efecto multiplicador a los integrantes de las escuadras de lectores de los consejos comunales, escuelas, fábricas, comunidades organizadas etc. Una de las tareas más importantes del Plan de Lectura ha sido desenmascarar la guerra psicológica desatadas por los medios de comunicación de las oligarquías. En principio, se distribuirán de forma gratuita 5 millones de ejemplares que comprenden 100 títulos de la Biblioteca Popular Comunitaria. La Fundación Gran Mariscal de Ayacucho benefició con el Programa de Becas Salvador Allende, a más de 90.000 estudiantes universitarios, cifra record en su historia. En contraste con su política anterior de asignación de créditos estudiantiles impuesta por el Fondo Monetario Internacional, con la llegada de la Revolución esto fue eliminado. Desde esta institución también fue impulsado el programa de Becas Educación para la Vida, donde la entrega de becas quedaba en manos del poder popular a través de los consejos comunales, quienes en asamblea definían a los y las estudiantes de sus comunidades que necesitaban contar con la beca para continuar su formación. Todo lo anterior evoca consagración de un ejercicio gubernamental dedicado a las mayorías que habían sido empobrecidas. Ciertamente hay días que se vuelven dignos de ser rememorados, tiempos que se vuelven inolvidables, momentos que reciben la bendición de tener que ser recordados. Hay muchos días santos, que suman semanas santas… no sólo esta semana santa católica que acaba de pasar. Esta historia nuestra con el presidente Chávez es sagrada. Este marzo en Venezuela ha revelado la santidad de estos 14 años de Revolución liderada por el presidente Chávez. Ahora que llega abril, nosotras y nosotros le decimos a Chávez: estás vivo, estás cayendo, estás nube, estás lluvia, estás estrella… Tal y como le escribió Benedetti al Che. Y volverás a vivir, a triunfar Chávez este 14 de abril. Como en el abril del 2002, como en octubre pasado, como el día siguiente del 5 de marzo que se paró tu respiración y siguió latiendo tu corazón en el corazón del pueblo. Ha sido santo este marzo, desde esa sacralidad que implica no olvidar, rememorar, mantener lo mejor del presidente Chávez en nosotros y nosotras mismas para continuar su legado, para recordarlo cada 5 de marzo como fuerza ILUMINADORA, como presencia que empuja el camino socialista que nos toca transitar. Cada marzo renaceremos con Chávez y Rosa Luxemburgo, recrearemos la historia y renovaremos la certeza que existen otras dimensiones desde donde nuestro gigante Chávez nos acompaña para seguir construyendo la patria justa, solidaria, fraternalmente sororal soñada. Para las mujeres y hombres de fe, sin dogmatismo y con mucha convicción, es un buen tiempo de movilización y empuje del triunfo de BUENA NUEVA del 14 de abril para la Revolución, para nuestro pueblo. Centro de Investigación y Educación Popular (CIEP) 13 de abril